Un remate hipotecario es una manera de hacerse de una vivienda, es una opción que se está haciendo más popular entre los inversionistas inmobiliarios.
Por medio de este modelo, existen oportunidades para encontrar una casa en remate y en buenas condiciones mediante este tipo de ofertas.
Toma en cuenta, que en este modelo hay que lidiar con un proceso jurídico para conseguir una propiedad a un precio mucho menor en el mercado inmobiliario, pero hay quienes les gustan los retos y se hacen de buenos inmuebles.
En este artículo te decimos qué es un remate hipotecario, ventajas y desventajas, además de dos diferentes tipos de remates: el judicial y el bancario.
Remate inmobiliario ¿Qué es?
Los remates hipotecarios son inmuebles que se encuentran dentro de un proceso judicial y donde el juez ordena que la propiedad sea rematada.
Esto ocurre cuando el acreedor demanda al deudor por incumplir sus obligaciones de pago, al incumplir su contrato, pierde los derechos sobre la casa o departamento.
Dependiendo de la entidad que se encargue del remate, se pueden clasificar en remates bancarios y remates judiciales.
En el caso de que el inmueble no esté libre de gravámenes, el ganador de la subasta en realidad no compra el inmueble. Adquiere los derechos crediticios o litigiosos de la propiedad.
Para ser dueño de la vivienda, el interesado tendrá que ganar su adjudicación en otro proceso.
Ventajas y desventajas de un remate inmobiliario
La ventaja de los remates inmobiliarios, son los precios, ya que a veces se encuentran inmuebles que tienen un costo muy por debajo de su precio en el mercado.
El lado negativo es que no es posible, de acuerdo con la ley, recurrir a créditos bancarios o al Infonavit, por lo que el interesado tendrá que financiar la totalidad del monto por su cuenta.
Remates bancarios
Un remate bancario es un proceso ordenado por un juez civil que dicta una sentencia ejecutiva.
En la cual se ordena el remate de un bien inmueble porque su propietario fue demandado por dejar de pagar la hipoteca bancaria.
Por lo tanto, el remate bancario surge de la entidad bancaria en un intento de recuperar parte de la inversión que realizaron en forma de hipoteca.
Ahora bien, para el comprador implica gastos adicionales a los de cualquier otra adquisición. Habrá que pagar la escritura, los honorarios del abogado, los impuestos y los gastos accesorios.
La entidad encargada de realizar la subasta es el banco, que decide poner en venta la propiedad que le pertenecía a un deudor hipotecario.
En los remates bancarios es común encontrar inmuebles con menos riesgos de litigios, ya que la persona que adquiere un inmueble por este medio se convierte en el titular de los derechos habitacionales.
Remates judiciales
Un remate judicial es la venta forzosa que se hace de un bien inmueble, reguladas por las autoridades, derivadas del incumplimiento de una obligación.
Por lo general, el precio es al 60% de su valor comercial, mediante una subasta pública, en donde el inmueble es vendido al mejor postor por un juez.
El periodo de tiempo que transcurre entre la compra del inmueble mediante el remate judicial y la toma de posesión física del inmueble, es de aproximadamente 6 meses.
Las casas en remate judicial son responsabilidad de jueces y por lo tanto, estas propiedades incluyen escrituras avaladas por autoridades judiciales para dar fe de la adjudicación del inmueble. En este caso, no se adquieren los derechos de propiedad, sino la propiedad en sí.
Es importante indicar que en estas subastas no es posible visitar los interiores de la casa antes de adquirirla, por lo que se tendrá que intentar conocerla por medio de fotografías.
Finalmente, es recomendable asesorarse de un agente inmobiliario y de un abogado que conozca perfectamente el proceso que se lleva a cabo en este tipo de remates y así poder adquirir un inmueble sin riesgos.
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