La diversificación de un portafolio de inversión, es un concepto fundamental que debes dominar en el proceso de construir tu portafolio financiero, y para lograrlo es importante contar con la mayor cantidad de información y referencias que te lleven por el camino correcto.
Para cualquier inversionista, contar con una cartera de inversión sólida es importante para el éxito de sus negocios y la obtención de sus ingresos.
La diversificación financiera consiste en destinar cierta cantidad de tu presupuesto de inversión entre distintos activos.
Los inversionistas pueden lograr una reducción de su exposición global al riesgo sin que se llegue a reducir su rentabilidad esperada.
Contar con distintos vehículos de inversión te protegerá ante posibles caídas económicas, evitando que pierdas todos tus activos.
Sin embargo, colocar tu dinero en diferentes instrumentos y sectores no basta para armar un portafolio bien diversificado.
En este artículo te decimos la importancia de contar con diferentes instrumentos de inversión, los errores que generalmente se cometen al momento de diversificar tu portafolio y cómo evitarlos.
Hay diferentes errores en los que podemos caer al diversificar, principalmente si no contamos con un plan financiero sólido, y te indicamos cuáles son para que puedas evitarlos.
Errores comunes en la diversificación de tus inversiones
Recordemos que se llama cartera al conjunto de instrumentos financieros que un inversionista mantiene en un momento determinado: acciones, bonos, fondos de inversión, depósitos bancarios, plan de pensiones, crowdfunding, etc.
Amplía tus horizontes
No reduzcas tus inversiones a un solo espacio geográfico o dentro de una misma empresa o giro. En el peor de los casos, ante caídas económicas en un país, o en un sector, no convendría que todas tus inversiones estén en él. Lo ideal es repartir riesgos entre instrumentos de varias áreas geográficas y si te es posible hacerlo en otros países.
Invertir en un solo sector
Aunque constantemente leemos y escuchamos de grandes inversionistas que apuestan a un solo sector y triunfan, la realidad es que son casos muy específicos de personas con amplia experiencia, y que detrás de todo, aún mantienen inversiones en otros lugares. Además de que cuentan con un capital importante que les permite hacer movimientos estratégicos cuando ocurre alguna situación de riesgo para su inversión.
Recuerda no apostarlo todo a un solo sector, y tampoco es conveniente invertir en diferentes activos o instrumentos dentro de la misma industria, pues no estarás diversificando tu portafolio realmente.
De acuerdo a los ciclos económicos, algunos sectores de actividad tienen más éxito que otros. Por ejemplo, durante épocas de recesión lo normal es que las empresas que producen bienes de primera necesidad (alimentos, energía) sufran menos que las empresas de construcción o las tecnológicas.
Sin embargo, si la economía va bien, estas últimas pueden prosperar mucho, y sus acciones pueden producir una rentabilidad superior a la media. Mantener títulos de empresas de diferentes sectores evita que la posible crisis de un sector afecte a toda la cartera.
Conveniencia de tus activos
Siguiendo con la idea anterior, procura que no todos tus activos se relacionen entre sí, para que no bajen o suban al mismo tiempo ante los cambios económicos.
Recuerda encontrar el balance ideal entre tus activos, y que la diversificación se traduzca en un ritmo independiente que dinamice tu cartera, a través de renta fija y renta variable.
La posibilidad que tienes de mantener una cartera bien diversificada estará condicionada por tu capacidad económica. No todo el mundo dispone del dinero suficiente para invertir en muchos títulos. Pero aunque sólo puedas adquirir dos ó tres productos, hay que procurar que exista cierta diversificación entre ellos.
Diversificar de más
Los excesos siempre son malos y diversificar de más puede dañar tu cartera. Tener activos de más significa tener costos de compra-venta y mantenimiento más grandes, y además, tener muchos instrumentos también significa que el porcentaje asignado a cada uno será más pequeño, por lo que su aporte a tu portafolio será insignificante.
Así, puedes tener algunos títulos de mayor riesgo, otros más seguros pero con menos rentabilidad, unos a corto plazo, otros a medio y otros a largo. Lo importante es que el conjunto de la cartera corresponda a tu perfil de inversión y te permita ir atendiendo tus necesidades a medida que estas se presentan.
Para reducir el riesgo asumido y lograr todos tus objetivos, es recomendable diversificar de la siguiente forma:
Diferentes categorías de activos. Es decir, mantener una combinación de renta variable, renta fija y activos del mercado monetario, en las proporciones que dependen de tu perfil de inversionista.
Diferentes títulos. Es decir, combinar títulos con diferentes niveles de riesgo, rentabilidad y liquidez: acciones de distintas empresas, bonos y obligaciones de diferentes emisores y con distintos vencimientos, diferentes tipos de fondos de inversión, entre otros.
Finalmente, la combinación correcta de instrumentos te ofrece un mayor beneficio en relación a la cantidad. Evita los errores anteriores y pon en práctica los consejos que te brindamos para armar un portafolio financiero sólido, recuerda que lo normal es tener varios objetivos financieros, con diferentes horizontes de tiempo y para ello necesitarás entonces más de un producto de inversión para alcanzarlos.
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