Alquilar un inmueble siempre supone un riesgo, ya que el dueño entrega la posesión de un bien valioso, a cambio de una renta mensual, con la esperanza de que sea una relación pacífica y duradera., pero entendemos que a veces no ocurre así.
Por ello, elegir un buen inquilino es uno de los procesos claves en todo arrendamiento.
Quizás una de las decisiones más difíciles que tenemos que tomar cuando rentamos una vivienda es ¿cómo elegir a un buen inquilino?
Es importante que al publicar tu anuncio de alquiler, desde ahí establezcas las condiciones para la renta de tu inmueble.
Así te aseguras que los interesados conocerán de antemano las condiciones, sobre todo las económicas.
Recuerda que debes tener claro a qué tipo de familia o persona quieres arrendar, ya sea una familia numerosa, o una con animales, o una pareja.
En este artículo te decimos algunas claves para la elección de un buen inquilino y no morir en el intento.
El inquilino ideal
A un buen inquilino desde un principio le gustará dejar las cosas bien claras. Se muestra sincero y transparente, además, facilita las gestiones que implican el proceso de alquiler.
Además demuestra ciertas condiciones de negociador y conciliador ante cualquier discrepancia.
Es una persona que se compromete personal y legalmente, también es empático a la hora de entender al propietario y sus demandas.
Con un perfil así, tú como propietario te puedes sentir tranquilo, ya que podrán llegar a buenos acuerdos.
También es importante la primera impresión que se forme de la persona. Hay que entender que no se puede llegar a conocer a fondo a una persona en una entrevista, por lo tanto, también influirá tu intuición a la hora de elegir a tu inquilino.
Solvencia del inquilino
Seguramente este punto es el más preocupante para los propietarios. Hay que tener claro lo siguiente:
- Nivel de ingresos: esto se sabe solicitando recibos de nómina o en las declaraciones anuales de impuestos, si es que las tiene.
- Estabilidad laboral: no es lo mismo alquilar a alguien que recién está cotizando, que a alguien que lleva años en el mundo laboral y cotizando.
- Si el inquilino no da suficientes pruebas de solvencia, es aconsejable exigir garantías adicionales, más allá del mes de fianza.
- Exigir un depósito adicional: un importe a convenir que será retenido por el propietario y que será devuelto al finalizar el arrendamiento.
- Fiador solidario: es aquel que garantiza con su patrimonio el cumplimiento de las obligaciones del arrendatario, en caso de no cumplir.
Nunca estará de más la mayor información que puedas tener del futuro arrendatario y si no pone objeciones en entregar todo lo que se le pide, mejor aún.
La desconfianza siempre va a existir y eso hay que tenerlo claro desde el momento que se decide alquilar.
Si tienes claridad desde el principio con el cuidado que quieres que tengan y con el tipo de personas que quieres que alquilen, te facilitará la decisión al final.
Tips para detectar al mal inquilino
Expertos y especialistas en el tema, han establecido un perfil de acuerdo a las características comunes que poseen este tipo de inquilinos.
- Seductores y expertos en inteligencia emocional: querrán llevar ellos la conversación y ganar la confianza del arrendador. Repetirán que son buenos pagadores.
- Ofrecen pagos por adelantado: no es conveniente aceptar pagos por adelantado, ya que eso puede dar pie a que después empiecen las morosidades con cualquier excusa.
- Estudiar la solvencia del arrendatario: la estabilidad económica del posible inquilino es un factor decisivo. Cualquier problema financiero puede convertir a una buena persona en un mal inquilino.
Finalmente, seleccionar al mejor inquilino es todo un reto, pero tomando en cuenta estos tips y buscando la asesoría de un experto en temas legales e inmobiliarios, no tendrás problemas para alquilar tu inmueble.
Es recomendable que al decidir arrendar tu inmueble contrates los servicios de un abogado especialista en el tema y también pensar en contratar una protección jurídica en arrendamiento, esto ofrece mayor seguridad cuando alquilas tu propiedad.
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