Evolución de la vivienda tras la pandemia

Con la contingencia sanitaria la forma de vida ha cambiado de un momento a otro, las viviendas se convirtieron no solamente en hogares sino también en oficinas, escuelas, guarderías, zonas de ocio, de meditación, negocio, gimnasios y más. 

Muchas personas descubrieron que viven en espacios poco flexibles y con ciertas privaciones.

El tiempo que llevamos con la crisis sanitaria ha abierto un periodo de reflexión sobre las carencias que existen actualmente en las viviendas y de cómo se aprovechan los espacios que habitamos.

Con el objetivo de mejorar la vida de las personas y estar preparados ante estos acontecimientos, expertos desarrolladores de vivienda están estudiando la forma en que las ciudades y su entorno se readaptará con nuevas líneas para relacionarse, comunicarse y llevar a cabo las actividades cotidianas.

A lo largo del tiempo, factores como: la inseguridad, el crecimiento desmedido de una población, el sentido de pertenencia a un status social, entre otros; han llegado a marcar una tendencia inmobiliaria en algunos sectores de la población. 

Buscando espacios residenciales que cuenten con equipamiento, abastecimiento cercano, seguridad privada, amenidades recreativas como: alberca, casa club, área para niños, espacios deportivos, jardines, etc.

Hoy en día, no se puede negar que los largos periodos que se han pasado en casa han demostrado la enorme importancia que tiene una vivienda para el estado emocional de las personas. 

Por lo que surgirá una tendencia en encontrar un lugar que además de contar con todo lo ya comentado, cuente con un aprovechamiento inteligente de todos estos espacios.

Espacios bien utilizados, así como una buena logística en su funcionamiento, son factores que los desarrolladores en todo el mundo están tomando en cuenta como puntos medulares para el diseño y la construcción. 

Incluso, cada metro que se podría utilizar para construir, los desarrolladores con gran responsabilidad social están optando por destinarlos para espacios verdes, libres o con amenidades muy bien estructuradas para brindar confort y calidad de vida.

El solo hecho que despiertes y puedas ver por tu ventana espacios como estos: el cielo o el amanecer en lugar de otra vivienda vecina, puede influir en tu rendimiento físico y mental durante el día. 

Para muchos también, ya no será un lujo sino una necesidad el poder tener algún espacio de recreación, meditación o incluso para inspiración laboral o artística, como una opción alterna al resto de las áreas comunes.

Respecto al interior de la vivienda: gracias al confinamiento que se ha vivido, el confort del interior ha cobrado más importancia ante los estándares tradicionales de construcción haciendo que el mundo ponga mayor énfasis en la importancia de contar con espacios interiores amplios, confortables y saludables.

Del mismo modo, el uso de materiales de alta calidad en todos los acabados es vital para lograr la aplicación de importantes medidas sanitarias e implementación de diferentes técnicas de desinfección evitando el fácil deterioro y cuidando la buena imagen de la vivienda.

Otro aspecto que requerirá soluciones inteligentes es el ahorro de energía. Probablemente tus recibos como el de luz, agua y gas durante este tiempo, pueden ser evidencia de esto. 

Medidas que pueden ir desde la colocación de cristales templados para un mayor aislamiento térmico; hasta la implementación de la tecnología domótica para obtener un departamento inteligente.

Finalmente, la evolución de la vivienda había sido lenta hasta antes de la pandemia, ahora desarrollar vivienda que posea las características necesarias que permita la convivencia segura, confortable, práctica y además asequible, es el reto para constructores y desarrolladores.

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